En el momento 1, en el momento que el invitado ingresa al salón, ese impacto inicial que recibe debe estar debidamente cuidado. Sea la decoración, la iluminación, los aromas, la música y todo cuanto envuelve los sentidos, debe conjugarse para crear ese clima especial de fiesta en el cual van a sumergirse. Para mí siempre fue un punto sumamente importante en el servicio de catering, cualquiera sea el evento que estoy realizando.
De inmediato, deben aparecer los mozos. Bandejas en mano con bebidas y con bocados en cantidad suficiente para que cada uno de los que va llegando se sienta sumamente bien atendido. Todos llegan con ansiedad, con la expectativa de comer cosas ricas, con curiosidad del “qué va a haber”, con mucha sed y es un momento en que nuestro servicio pone al máximo sus motores y todos cuántos estamos allí para brindar el servicio corremos sin parar para poner la máquina en funcionamiento.
Sorprender a los invitados con la gastronomía es parte importante de este juego. Las presentaciones de los bocados cada día juegan un papel más importante. Ya no son simples bandejas con croquetitas sino sofisticados platos de diferentes tamaños y colores y bocados presentados en shots, tacitas, cucharitas, pequeños bowls y todo tipo de vajilla que ayuda a lograr una impactante presentación.
Siempre hay que estar innovando, siempre hay que estar creando pero sin perder de vista las preferencias de nuestro público y en esto los bocados si bien sofisticados y creativos en la presentación no son de raras y sofisticadas preparaciones porque sé que los uruguayos somos bastante clásicos y arraigados a una gastronomía más sencilla, donde se valoriza las maravillosas materias primas de alta calidad con que contamos.
Estas pequeñas delicias deben presentarse en una variedad que contemple sabores, texturas, colores, temperaturas que agraden a la gran mayoría de los paladares permitiendo que todos disfruten de esas bandejas maravillosas con que los mozos nos sorprenden al llegar a la fiesta.
Que nunca falten.