Viajar enriquece los sentidos, el alma y el espíritu. Salir de nuestras fronteras y abrir nuestros ojos al mundo y ver qué pasa por ahí es algo que me fascina. Lo tomo como parte de mi crecimiento personal más que como un mero momento de disfrute ocasional. En particular, ir a NY amando la gastronomía como la amo, me permite asombrarme, deslumbrarme e inspirarme constantemente.

Siendo una ciudad cosmopolita como lo es y contando con una diversidad impresionante de opciones gastronómicas de las diferentes cocinas del mundo, no es ni siquiera necesario visitar los mejores restaurantes. En cualquier lugar puedes encontrarte con pequeños cafecitos, bistró, bakerys, donde te aseguro que con solo entrar y disfrutar con todos los sentidos la maravilla de la puesta en escena, la presentación de sus elaboraciones, su estética, su decoración, iluminación, música y por supuesto su cocina, puedes sentirte en un espacio mágico.

En particular, hay una zona que siempre visito y que no puedo eludir porque tiene 2 lugares que me llenan de inspiración y me ayudan a encontrar nuevos caminos en mis elaboraciones y que verdaderamente recomiendo para visitar a cualquier persona que viaje a NY. Se trata del Flatiron District, donde se encuentra el emblemático edificio con el mismo nombre ubicado en la calle Broadway y la calle 23.

Uno de estos lugares es Eataly, un emporio gourmet donde yo puedo pasar mi día feliz y no terminar de vivirlo en su completa dimensión. Siempre digo que es un paseo que tengo que hacer sola pues nadie podría comprenderme. Recorrerlo, todos sus espacios, todas las opciones, todas sus góndolas, puede llevarme horas y horas y no darme cuenta del tiempo que transcurrió desde que entré. Allí me encuentro en mi mundo transportado donde mi imaginación vuela y se me ocurren diferentes ideas para plasmar en nuestros eventos.

El otro lugar se llama ABC Carpets & Home ubicado a una cuadra de Eataly. Se trata de un edificio de 4 pisos donde puedes encontrar la combinación perfecta de la creatividad, la naturaleza, la fusión del pasado con el presente, la inspiración, la belleza, la espiritualidad, lo orgánico, lo ecléctico, lo indígena, lo puro, la pasión, la autenticidad y la diversidad llevada a su máxima potencia en la realización de muebles, elementos decorativos, ropa, joyas, vajillas, cristalería y todo lo que tú puedas soñar para tu casa, para tu vida y por supuesto para mi área preferida, la cocina. Es otro lugar donde las horas me vuelan y donde me fascina sentarme a comer en sus 2 restaurantes, uno se llama “Kitchen” y el otro se llama “Cocina”. Uno está pegado al otro y son absolutamente diferentes en todo sentido, muestra cabal de la creatividad y la inspiración.

En la semana próxima les estaré contando mi vivencia en cada uno de estos lugares, detallando sus características y las actividades que se pueden realizar en ellos.